domingo, 30 de septiembre de 2007

---Un poema, unas palabras para Carlos Fuentealba, para toda persona que quiera escuchaR---










Cuando las tizas se manchan


con la sangre de un maestro,


se callan los pizarrones


y lucen su moño negro;


las aulas pierden bullicio


todo se vuelve silencio,


los patios de las escuelas


parecen un cementerio,


y en lugar de algarabía


sólo escuchamos el viento,


corriendo como un fantasma


con un quejido siniestro.






Cuando las tizas se manchan


con la sangre de un maestro,


ya no sirven los pupitres


se marchitan los cuadernos,


y junto a Carlos Fuentealba


hay miles de niños muertos.






.Jacinto Velázquez.




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